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Una biblioteca nueva y moderna merece soluciones de biblioteca modernas e innovadoras. Lea más.

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Desafío

Barcelona necesitaba la mejor tecnología para bibliotecas en la biblioteca Montserrat Abelló —su biblioteca más sustentable—.

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Solución

La biblioteca Montserrat Abelló implementó RFID e instaló kioscos de autopréstamo y un gestor de materiales moderno y automatizado.

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Resultado

La nueva tecnología le permite al personal centrarse en la comunidad y ofrecer más programas sociales, culturales y educativos. La biblioteca es la primera en la ciudad de Barcelona en obtener el certificado BREEM, una certificación de sustentabilidad ambiental.

La nueva biblioteca Montserrat Abelló en Barcelona: RFID y flex AMH en la biblioteca más sustentable de la ciudad

Barcelona cuenta con una red de 40 bibliotecas públicas distribuidas en 65.000 metros cuadrados. Las bibliotecas atienden a 1.6 millones de residentes, de los cuales más del 55 % tienen cuentas activas de biblioteca. Además de tener una circulación anual de más de 3.5 millones (con una colección de 2.5 millones), más de 178.000 personas participan en las actividades culturales ofrecidas por las bibliotecas de Barcelona al año.

Una nueva biblioteca merece nueva tecnología

En enero de 2018, Barcelona abrió la biblioteca Montserrat Abelló en el distrito de Les Corts. La biblioteca se construyó en la renovada fábrica de seda Benet Campabadal, fabricada originalmente en 1924. La nueva biblioteca tiene una colección de 45.000 artículos y es el primer edificio público de Barcelona en recibir el certificado BREEAM, un certificado de sustentabilidad ambiental.

En 2012, Barcelona comenzó a implementar la tecnología RFID en sus bibliotecas al convertir la colección en la biblioteca Camp de l’Arpa library. Actualmente, 17 bibliotecas de Barcelona utilizan RFID.

“RFID mejora los préstamos y las devoluciones”, comenta Jordi Gual, Director técnico de planificación en las bibliotecas de Barcelona. “Les permite a los usuarios ser autónomos, lo que no solo les es más conveniente a ellos, sino que permite al personal pasar tiempo teniendo interacciones más valiosas con los clientes”.

La ciudad instaló los kioscos de autoservicio selfCheck de Bibliotheca cuando hicieron la conversión a RFID en 2012. En 2014, instalaron un sistema flex AMH en Sant Gervasi-Joan Maragall.

“Notamos las ventajas de inmediato”, agrega Gual. “Además de clasificar materiales, nos permitió separar las funciones de devolución y préstamo que funcionan mejor para nuestras bibliotecas”.

Cuando se construyó la biblioteca Montserrat Abelló, se equipó con un sistema flex AMH de cinco contenedores que gestiona los devoluciones internas y externas.

flex AMH, el sistema de materiales automatizado rediseñado recientemente de Bibliotheca, proporciona flujos de trabajo eficientes que mantienen la circulación en movimiento y colocan los materiales de vuelta en las estanterías más rápido que nunca. El diseño completamente modular se puede configurar para adaptarse a cualquier espacio; desde soluciones simples de un contenedor a varios sistemas de pisos. Combinar el flex AMH con blukSeparator proporciona una experiencia simple de “devolver y seguir” para los usuarios de la biblioteca, a la vez que clasifica los artículos devueltos en forma precisa y delicada en el contenedor adecuado.

Le permite a los bibliotecarios centrarse en lo que más importa: los usuarios

Además de las 17 bibliotecas que actualmente utilizan RFID, Barcelona ha instalado soluciones de clasificación en nueve de sus sucursales, aunque Montserrat Abelló es la primera en contar con devoluciones internas y externas.

“flex AMH es muy cómodo. Automatizar el proceso de clasificación ahorra mucho tiempo. Podemos dedicar más tiempo a nuestros usuarios y nuestra comunidad y ofrecer más programas sociales, culturales y educativos”, comenta Gual.

Contar con devoluciones por separado también disminuye las filas del kiosco selfCheck. Los usuarios pueden dejar una pila de materiales en un contenedor de devoluciones al ingresar a la biblioteca y, luego, usar los kioscos cuando están listos para el hacer préstamo.

Barcelona tiene planificado implementar RFID en otras dos sucursales en el futuro próximo. El tamaño de la colección de cada sucursal específica determina, en gran parte, cuánto tiempo toma cada transferencia, pero Barcelona ha concluido que normalmente pueden convertir la colección de una biblioteca en un mes.

La experiencia de Gual con Bibliotheca, RFID y flex AMH ha sido muy positiva, pero tiene un consejo para otras bibliotecas que estén considerando pasar a RFID:

“hablen con otras bibliotecas que hayan realizado el cambio. Estén abiertos a sugerencias sobre sus experiencias, cuántas terminales RFID son necesarias, cómo capacitar al personal, etc. No se apuren. Tómense el tiempo de convertir cada artículo correctamente y, así, evitarán problemas en el futuro”.

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